Si tenemos un plato de ducha, se aconseja emplear mamparas que evitaran que el agua se extienda por todo el cuarto de baño, por lo que en ese caso podemos escoger la posibilidad de decantarnos por la mampara, de forma que podamos conseguir una decoración a nuestro gusto de un lugar de la casa en que en ocasiones podemos lograr un buen ambiente.
Una de las principales ventajas de las cortinas es que podemos lavarlas cuando estén sucias o cambiarlas fácilmente si están deterioradas o nos hemos cansado de ellas debido a su bajo coste.
Por su parte, las mamparas de baño son más elegantes, pero su precio es también más elevado además de estar más restringidas en cuanto al diseños y sin contar que han de ser hechas a medida.
Pero pese a que están más limitadas en cuanto a variedad de diseño, también tendremos la posibilidad de escoger entre diferentes modelos entre los que difieren los sistemas de apertura que van desde las puertas con bisagra, con apertura en acordeón a las siempre prácticas correderas.
Todo dependerá del espacio o si se trata de una plato de ducha o una bañera, aunque eso sí, son la opción perfecta para los baños con espacio reducido. Por último, hay que resaltar que las mamparas resulta un poco más difícil de conservar pues son más difíciles de lavar, especialmente aquellas con raíles vistos, que suelen acumular suciedad y hongos de difícil eliminación.