Cuando decores la habitación de tus hijos, es importante saber como la decoración de la habitación puede influenciar en sus estudios.
Cuando nuestro cerebro capta los colores él hace nuestro cuerpo pasar por diversas sensaciones impactantes y, dependiendo del color que contiene, afecta no solamente nuestro humor, como también nuestro raciocínio.
Un ejemplo es el color rojo, que, cuando es usado en el ambiente de estudios es un color excelente, pero si lo usamos en un lugar de relajamiento, no. Este color es excitante y puede dificultar el descanso.
Colores vibrantes como el naranja o el amarillo, son estimulantes. Estos colores nos remiten a la luz del sol y, automáticamente, hacen que nuestro organismo produzca la hormona serotonina, nos traen la sensación de bienestar y estimulan el aprendizado. Los tonos amarillos y dorados mejoran la confianza y la autoestima. Son colores que, si los trabajas bien, son perfectos para un ambiente de estudio.
Sobre los colores azul y verde, en tonos más suaves, estimulan la creatividad y la concentración. Un ambiente que tenga elementos de decoración o paredes en azul no son solo relajantes, sino que también son perfectos para un local de estudio, siendo una buena opción para un dormitorio de un estudiante.
Además de los colores, otro factor muy importante e indispensable para la habitación de cualquier persona – no solo del estudiante – es la iluminación.